Esta mascarilla es ideal para cualquier tipo de piel. Limpia, fortalece y da suavidad. Además, evita la resequedad y protege al rostro de las agresiones externas (contaminación, etc)
Necesitas:
125 ml. de leche entera, q cucharada de miel, 1 yema de huevo y 2 cucharadas de agua.
¿Cómo se prepara?:
Calienta el agua y la miel a fuego moderado, revolviendo hasta que se diluya. Retíralo del calor y agrégale la leche y la yema. Bate hasta que todo se homogenice y guarda el preparado en un frasco de vidrio por una semana ( Adentro del refrigerador).
Aplicación:
Unta el preparado en tu cara con masajes ascendentes y déjalo actuar durante 30 minutos. Lávate la cara con agua de la llave y repite el proceso por la mañana y la noche.
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