La decepción

Una helada brisa estremeció mi cuerpo

ajeno, doliente...

Todo se volvió noche, la música lamentos entristecidos...

hasta mi respiro se quedo congelado junto a mi voz dormida.

El silencio... majestuoso rey de la melancolía,

despertó en medio del océano a detener mi vida...

El arcoiris convertido en humo asfixiante,

las estrellas desmayadas como gotas de sangre.

Y ahí en medio encerrado en una burbuja...

yacían mis más hondos sentimientos...

Aumentaba cada vez mas el egoísmo

 que  opaca la existencia,

desvaneció las nubes, el mar ...

para florecer las espinas del desaliento...

Cortó mis alas, mi sonrisa...

desapareciendo uno a uno el brillo de mis ojos...

desintegrando mi alma,

arañando el dulce aroma de volar...