El silencio de tu adiós...

Aunque no estés aquí, donde quiera que vaya, 

o en todo lo que haga veo tu rostro... ¡Y te extraño tanto!

Extraño contarte historias, mostrarte cosas...

¡cuanto extraño tu sonrisa!

Siempre sabias cuando necesitaba de un abrazo,

tu alma me comprendía...

Atrapabas la oscuridad en tus ojos...

hacías resplandecer fuerza y amor.

Cada momento junto a ti era perfecto,

florecían alegrias del mas sencillo segundo,

y se anidaron eternamente

en el corazón de cada flor.

Mis lagrimas preguntan por que te fuiste...

tu respuesta cantaba en las olas del mar:

"Siempre estuve contigo, con la mas dulce brisa

te acaricie desde mi cielo...

y en cada amanecer con una sonrisa

hacia brillar tu corazón"

¿Pero qué hago con el dolor que siento?

seguir sin ti ha sido tan difícil,

es todo triste, tan débil...

Muchas veces el llanto ahogo mi risa

llevándome a un abismo...

Perdí una parte mía, el miedo

y la culpa eran mi compañía...

y aun en esos momentos de melancolía

sentí tus brazos, tu sonrisa transparente,

que borraba mis lagrimas convirtiéndolas

en rayos de sol...

Fue una tarde gris cuando decidiste partir,

un adiós resonó en el firmamento,

solo se escucho el silencio de tu voz...

mientras una escalera al cielo

te elevaba mas allá del arco iris...

de repente una estrella fugaz pasó

y entendí que te habías ido para siempre...

Aun en mis sueños te puedo abrazar,

es todo tan mágico tan especial,

tantos recuerdos de un mundo rosa

donde solíamos vivir...

Mi tierna mamadre ahora descansa...

Tu alma brillante ahora goza de eterna paz...

¡Jamas te olvidare!